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La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha reconfigurado el mapa del comercio global. Las grandes empresas han comenzado a replantear sus cadenas de suministro, buscando alternativas más cercanas, eficientes y estables. En este contexto, México se presenta con el potencial de ser el socio estratégico ideal. Sin embargo, en medio de esta oportunidad, también se asoman ciertos riesgos que debemos atender con inteligencia, como la posibilidad de aranceles directos a productos mexicanos por parte de Donald Trump.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y la reactivación de políticas proteccionistas es un escenario que debemos contemplar, incluyendo la imposición de aranceles a productos mexicanos. Ya lo vivimos en 2019, cuando amenazó con aranceles progresivos si México no fortalecía su política migratoria. En esta ocasión, es factible que utilice los aranceles como herramienta de presión política, más allá de lo comercial.
Pero esta bonanza no es automática ni garantizada. Requiere visión y acción. Necesitamos ofrecer condiciones que mantengan al país como una opción competitiva: agilidad regulatoria, certeza jurídica, seguridad, conectividad y capacitación constante.
Primero, debemos diversificar nuestros mercados. Apostar únicamente a Estados Unidos como principal destino de nuestras exportaciones nos hace vulnerables. Europa, Asia y América Latina deben ser parte de nuestra estrategia comercial activa.
Segundo, debemos fortalecer el contenido regional en nuestras exportaciones. Mientras más valor agregado local tenga lo que producimos, más defendible será dentro del marco del T-MEC, lo que puede blindarnos en parte ante medidas unilaterales.
Tercero, debemos posicionarnos como parte indispensable de las cadenas de suministro estadounidenses. Si logramos integrarnos como un eslabón clave -no sustituible ni fácilmente replicable-, los costos económicos y políticos de ponerle aranceles a México serán mucho más altos para ellos que para nosotros.
En 2024, México alcanzó un récord histórico en Inversión Extranjera Directa (IED), captando 36 mil 872 millones de dólares (mdd), según datos del Banco de México y la Secretaría de Economía (SE). Este monto representó un incremento del 2.5% respecto a los 36 mil 58 mdd registrados en 2023.
Para 2025, se proyecta que la IED en México alcance los 39 mil 324 mdd, lo que representaría un incremento del 2.38% respecto a 2024. Estas previsiones indican máximos históricos sucesivos desde 1999.
Si actuamos con visión de largo plazo, colaboración entre sector público y privado, y estrategia integral, México puede consolidarse no solo como una alternativa a China, sino como el corazón productivo de América del Norte.
Porque al final, no se trata solo de evitar aranceles o adaptarse a la política exterior de otros. Se trata de construir un México más competitivo, resiliente y protagonista en el nuevo orden económico global.
Fuente: https://t21.com.mx/mexico-ante-la-guerra-de-aranceles-una-oportunidad-historica-para-el-comercio-internacional/